AGRUPACIÓN AHUMADA

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05/05/2012 abc.es - MADRID

Los guardias civiles sustituidos por escoltas en las cárceles mantendrán su destino

Los agentes afectados por el plan de Interior se ocuparán en su zona del traslado de presos

El Ministerio del Interior ultima el plan de retirar la escolta a decenas de cargos tanto en el País Vasco y Navarra como en el resto de España tras el cese de la violencia etarra. El grueso de este plan -que podría afectar a medio millar de personas- se dará a conocer en los próximos días, probablemente la próxima semana, e implica la reducción drástica de escoltas privados a los que Interior no quiere dejar en el paro.

Una de las medidas será reconvertir a muchos de ellos en los nuevos vigilantes de las cárceles, una tarea encomendada tradicionalmente y de forma mayoritaria a la Guardia Civil, que tiene unos 1.600 agentes destinados a esta misión, según datos oficiales. Los afectados mantendrán su destino y no tendrán que trasladar su residencia, según las fuentes consultadas por ABC.

Al mando, un agente

Tras la «privatización» parcial el mando del servicio y, por tanto, la supervisión de los escoltas, continuará a cargo de uno o varios agentes en un modelo que seguirá el camino del que funciona en los aeropuertos. Esto supone que no todos los funcionarios destinados en prisiones tendrán que dedicarse a otras tareas. A finales de marzo se celebró una reunión en la Secretaría de Estado de Seguridad, encargada de evaluar el riesgo de las personas protegidas y de decidir a quiénes se mantiene la protección, en la que se decidió la «inminente» puesta en marcha del plan para las prisiones, aunque sin plazos concretos.

La Dirección General de la Guardia Civil trabaja desde entonces en la reasignación de agentes, al ritmo marcado por la Secretaría de Estado de Seguridad. La premisa inicial distingue entre aquellos destinados en las unidades de seguridad penitenciaria, que en principio reforzarán las conducciones de presos en la zona en la que cumplan servicio y el resto, que quedarán a la espera de nuevos cometidos, «sin que les perjudique en su vida profesional o personal», según fuentes oficiales. Un ejemplo: los funcionarios que disfruten de un pabellón (vivienda en una casa cuartel) no lo perderán y tendrán preferencia para pedir destino.

La Guardia Civil pretende a toda costa evitar que el compromiso de Interior con los vigilantes privados suponga una merma para sus funcionarios, máxime tras la advertencia de asociaciones como la AUGC que está siguiendo el proyecto con lupa. La razón última del plan, según fuentes del Cuerpo, es cubrir el problema de falta de personal que ya se nota en algunos servicios. La oferta pública de Empleo para la Guardia Civil de este año es mínima: 126 plazas para cabos y guardias y 80 para la escala superior de oficiales.

Las asociaciones, en contra

La AUGC, asociación mayoritaria en la Guardia Civil se reunió a mediados del mes pasado con los responsables de la Dirección General para comunicar su oposición a la privatización de la seguridad en las prisiones. La cifra de afectados que ellos manejan es de 2.200 agentes y señalan que la medida tendrá un impacto negativo tanto laboral como familiar en decenas de funcionarios. Si de lo que se trata es de paliar la falta de personal, señalaron, que recuperen a los guardias que están haciendo de fontaneros, electricistas, pintores, etc, más de 1.200 según han denunciado reiteradamente.

Desde la Dirección General se trasladó a la asociación que la privatización será «paulatina» y se intentará que afecte lo menos posible a los agentes y a sus familias. Algunas unidades, se les dijo, ni siquiera se verán afectadas.

Agrupación Ahumada opina:

Reiteramos nuestro comentario del pasado 20 de abril de 2012 en relación a una noticia publicada por El Confidencial Dígital y lo actualizamos como sigue:

No acabamos de estar de acuerdo con esta medida. Sentimos mucho que los escoltas privados se encuentren ahora sin trabajo pero esta medida nos parece un parche ilógico. Resulta que ahora sacamos a los guardia civiles destinados a Instituciones Penitenciarias de su rutina diaria donde realizan un magnifico trabajo, para sustituirlos por escoltas privados sin experiencia y que no sabemos lo que van hacer en nuestras cárceles.
Los guardias que estaban realizando un ejemplar trabajo en las cárceles, los destinamos a patrullar y a realizar una tarea en la cual ya no tienen experiencia. ¿A ver como va formular una denuncia un agente que lleva cinco, diez o quince años de servicio en Instituciones Penitenciarias.

¿Y si en el día de mañana ETA vuelve a atentar? ¿Los escoltas que ahora ponemos en las cárceles volverán a su antiguo trabajo o tendremos que contratar nuevos escoltas?

Luego, una pregunta importante es de que forma se van a contratar estos escoltas por parte de Instituciones Penitenciarias. Serán contratados directamente o se contratará a empresas privadas de seguridad, las cuales emplearán a estos escoltas con contratos basura, lo que facilita que estos a su vez entren en el juego del tráfico de drogas y el chanchulleo dentro de las cárceles.

Tampoco nos olvidemos que no sería la primera vez que agentes de la Guardia Civil y/o Policía Nacional tienen metidas sus manos en empresas privadas de seguridad. Esto en cuanto a la propuesta de las principales asociaciones de la Guardia Civil de querer compartir la responsabilidad de la seguridad de las cárceles con empresas privadas, ... y con sus contratos millonarios.

La idea en si no nos parece practica y pensamos que el coste es superior al de poner más plazas para nuevos guardias civiles, que es lo que se debería hacer. Para los escoltas ya se encontrará sitio en aeropuertos o empresas privadas de seguridad que siempre buscan vigilantes cualificados, pero ni en nuestras cárceles, ni asumiendo competencias de la Guardia Civil. Hay demasiado en juego como para dejarlo en manos privadas.

06/05/2012

Asimismo parece ser que los agentes reasignados a tareas de seguridad ciudadana no perderán su destino, es decir, seguirán en el mismo destino que mantenían durante el ejercicio de sus funciones en Instituciones Penitenciarias. Esto nos alegra por los agentes en cuestión, ya que un traslado forzoso junto a un cambio de cometido, sobre todo después de muchos años de arraigo profesional y social, siempre constituye un trauma para el agente así como para su familia.
Pero por otro lado nos sorprende que se le mantenga el destino, ya que el objetivo principal de esta medida es disponer de más guardias allí donde falta personal.  Así es posible que en los destinos de estos guardias ahora sobrarán agentes, mientras que allí donde faltan seguirán faltando.

A la vista de esta última noticia no nos queda otra que mantener nuestra más absoluta discrepancia, por ineficaz, de esta medida.

Todo esto no es más que una cortina de humo, otra estafa más de nuestros “señores” políticos, que utilizan la crisis de nuestro país y la incertidumbre de futuro de un colectivo profesional, para privatizar la seguridad en nuestras cárceles y beneficiar a empresas de seguridad privada con contratos millonarios.

Visto lo visto habrá que apretarse más el cinturón, porque con las empresas de seguridad privada en nuestras cárceles, el coste de la seguridad de las mismas se duplicará por “X” y los que tendrán que pagar esta subida escandalosa son los de siempre, los ciudadanos.

Por descontado: “Spain is different”

Fdo.:
Xevi Guardia

ver noticia del El Confidencial Digita del 18/04/2012 aquí

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