AGRUPACIÓN AHUMADA

"Noticias"

12/04/2013 Gabinete de Prensa de la Guardia Civil (O.R.I.S)

La Guardia Civil desarticula una organización criminal especializada
en butrones en entidades bancarias y gasolineras

Se ha detenido a 6 personas e imputado a otras 2 por su presunta implicación en 7 delitos de robos con fuerza y pertenencia a organización criminal

Se dividían en dos células que estaban coordinadas entre sí para dificultar la labor policial y operaban siempre en establecimientos aislados y con poco tránsito de personas

Días antes del robo se desplazaban hasta el lugar para esconder las herramientas que utilizarían el día del robo y durante toda la preparación del mismo mantenían grandes medidas de seguridad para evitar ser sorprendidos

Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la operación “Moraleja Madrid”, han desarticulado a un grupo criminal dedicado a perpetrar robos con fuerza, por el procedimiento del butrón, en entidades bancarias y gasolineras situadas en localidades de Madrid, Toledo y Guadalajara.

Con esta operación se ha detenido a 6 personas e imputado a otras 2 por su presunta implicación en 7 delitos de robos con fuerza (2 en gasolineras y 5 en entidades bancarias) y pertenencia a organización criminal.

La investigación se inició el pasado mes de octubre, cuando se tuvo conocimiento de la comisión de varios robos con fuerza en oficinas de entidades bancarias y gasolineras que respondían a un mismo patrón de actuación, por lo que los agentes sospecharon que podría tratarse de un mismo grupo criminal.

Tras las primeras investigaciones los agentes localizaron un grupo, compuesto por seis varones, de origen albano-kosovar, que se dedicaban a la comisión de delitos de robo con fuerza en localidades pertenecientes a Madrid, Toledo y Guadalajara.

Asimismo, comprobaron que el grupo estaba dirigido por dos cabecillas, que en el pasado formaban parte de un mismo grupo criminal dedicado a la comisión de delitos contra el patrimonio y que, en la actualidad, cada uno lideraba una célula del grupo. 

Estos subgrupos estaban interconectados y coordinados entre sí pero actuaban por separado con el fin de dificultar la labor policial en el caso de ser detectado  alguno de ellos.

La organización actuaba siempre siguiendo un mismo patrón. Los líderes de cada célula solían realizar diferentes desplazamientos a localidades con poca población y poca actividad, con el fin de ubicar sucursales bancarias y estaciones de servicio apartadas de los núcleos urbanos.

Una vez que el líder había seleccionado el lugar, hacían un estudio preliminar de la zona con el fin de determinar las medidas de seguridad, presencia policial, seguridad privada y vías de escape, para evitar ser detenidos en caso de ser sorprendidos.

Anulaban los teléfonos y los sistemas de alarma

Unos días antes de la materialización del robo, un miembro del grupo se desplazaba hasta el lugar con las herramientas que iban a utilizar en el robo y las escondían en un lugar cercano. De esta forma, el día del robo, acudían en dos coches y establecían numerosos puntos de seguridad previos con el fin de extremar las precauciones para no ser sorprendidos.

A la hora de cometer el robo en primer lugar cortaban la línea telefónica o rompían los cajetines del sistema de alarma, y tras ello huían del lugar hasta un punto cercano donde permanecían ocultos un tiempo prudencial, nunca inferior a 45 minutos. Si no acudía ninguna persona ante una posible señal de alarma, los miembros volvían al lugar para realizar el butrón y posteriormente forzaban las cajas fuertes.

Cometido el hecho delictivo, abandonaban el lugar en dos coches, uno de ellos hacía de lanzadera y además era el utilizado para transportar las herramientas, y el de detrás llevaba el botín fruto del hecho delictivo.

La primera fase de la operación se saldó con la detención de una de las dos células, cuando acababan de perpetrar un robo en una entidad bancaria situada en Layos (Toledo). Los agentes les dieron el alto en el momento que los cuatro asaltantes subían al coche y emprendieron su huída sin hacer caso a las señales de detención.

Por ello, se estableció un dispositivo policial en torno a la A-42, en el que se detuvo a los cuatro ocupantes del vehículo.

La segunda célula intensificó sus medidas de seguridad para evitar ser localizados

Con la desarticulación de la primera célula, el resto del grupo incrementó las medidas de seguridad en sus movimientos y cambiaron de domicilio para evitar ser localizados. Finalmente se detuvo al resto de los integrantes del grupo y se llevaron a cabo varios registros domiciliarios de las viviendas usadas por los mismos, en los que se intervinieron diversas herramientas, prendas de vestir que utilizaban en los hechos delictivos, walkie talkis, 400 euros en efectivo, inhibidores de frecuencia, así como, los vehículos utilizados por el grupo.

Los agentes comprobaron que esta red iba actuar en 15 entidades bancarias más y en 3 gasolineras, ya que el grupo había realizado varios estudios preliminares sobre estas zonas.

Los detenidos son todos varones, con edades comprendidas entre 18 y 45 años, nacidos en Serbia, Kosovo y Yugoslavia. La primera célula estaba compuesta por  A.I., L.C, E.T, S.C, y la segunda por M.Z, M.B, así mismo han sido imputados otros dos varones más por los mismos hechos.

Todos ellos cuentan con numerosos antecedentes policiales por hechos relacionados contra el patrimonio y, de los seis detenidos, tres de ellos tienen decretada la expulsión del territorio nacional por la Delegación del Gobierno en Madrid y a otro se ha procedido a abrir un expediente por infracción a la Ley de Extranjería.

En la operación han participado agentes pertenecientes al Área de Delitos Contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de La Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.

Para más información pueden contactar con la Oficina de Comunicación de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en el teléfono 91 807 39 02.


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