AGRUPACIÓN AHUMADA

"Noticias"

03/01/2013 Gabinete de Prensa de la Guardia Civil (O.R.I.S)

Desmantelada la mayor trama internacional de tráfico
fraudulento de maquinaria pesada de los últimos años

Desde agosto de 2011 se han desarrollado un total de cinco operaciones policiales que se han saldado con la detención de 47 personas por diversos delitos, entre ellos, robo con fuerza, hurto, falsedad documental, estafa, apropiación indebida, alzamiento de bienes y usurpación de personalidad

Durante las actuaciones han sido recuperadas un total de 25 máquinas sustraídas o apropiadas ilegalmente en diversas partes del territorio nacional, y cuyo valor supera el millón doscientos mil euros.

La Guardia Civil y la Policía Nacional, en cinco operaciones conjuntas que se han prolongado durante el último año y medio, han desmantelado la mayor trama internacional conocida en los últimos años dedicada al tráfico fraudulento de maquinaria de obra pública y civil. Han detenido a 47 personas por diversos delitos, entre ellos, robo con fuerza, hurto, falsedad documental, estafa, apropiación indebida, alzamiento de bienes y usurpación de personalidad.

Además, durante las investigaciones han recuperado un total de 25 máquinas sustraídas o apropiadas ilegalmente en diversas partes del territorio nacional, y cuyo valor supera el millón doscientos mil euros. Dicha maquinaria tenía como destino su venta en otras partes del territorio nacional en algunos casos, o su venta y exportación ilegal a países norteafricanos o de Oriente Medio, en otros.

En el operativo destinado a la desarticulación del entramado criminal, que estaba formado por varias redes organizadas dedicadas al robo y apropiación indebida continuadas de maquinaria, han participado más de un centenar de agentes.

Inicio de las actuaciones

En agosto del pasado 2011, la Benemérita detectó la ocurrencia de sustracciones de maquinaria de obra pública previamente alquilada en varios concesionarios del ramo en lugares tan dispares como Villarrobledo (Albacete), Albacete, Jaén, Peligros (Granada), Molina de Segura (Murcia), Daimiel (Ciudad Real), Seseña (Toledo), Almazora (Castellón) y Ciempozuelos (Madrid).

Ante tal oleada de hechos similares, se procedió a un estudio detallado de las circunstancias de cada caso, fruto del cual, se concluyó que el alquiler y posterior desaparición de estas máquinas no eran hechos aislados y casuales, sino que todo obedecía a un plan previamente diseñado (el tipo de máquinas sustraídas, los lugares de descarga, los periodos de alquiler, el modo de alquilarlas, etc.).

La investigación y estudio de los casos puso de manifiesto que la mayor parte de las personas que participaban en estas acciones tenían amplios y profundos conocimientos del sector de la construcción de obras públicas, suponiendo además que contaban con la infraestructura adecuada para sustraer, ocultar, modificar y comercializar las máquinas que acopiaban fruto de sus acciones ilícitas.

Operación “GÓNDOLA”: tan sólo el principio

En la primera de las operaciones puesta en marcha, Operación “GÓNDOLA”, se comprobó cómo con antelación al alquiler de las máquinas, los integrantes de la trama indagaban en Internet y en el sector empresarial apropiado, localizando empresas con amplia solvencia y reputación de las que utilizaban sus principales datos y los de sus directivos, para, haciéndose pasar por éstos, contratar la máquinas que precisaban, algunas incluso ya eran solicitadas con un encargo previo. Los contactos normalmente se mantenían por teléfono o Internet, lo que dificultaba poner cara al verdadero autor de los hechos. Posteriormente, cerrado el acuerdo de alquiler, se pagaba una pequeña fianza que se ingresaba en las cuentas bancarias de la víctima desde oficinas bien distanciadas de sus sedes.

Las máquinas se depositaban en polígonos industriales, en la mayoría de los casos poco transitados, con la excusa de realizar en ellos algunos trabajos, y desde allí se trasladaban a locales convenientemente alejados, donde se ultimaba el golpe, para lo que se modificaban las características externas y de identificación.

Posteriormente daban de baja los teléfonos o no se atendía a quienes llamaban para interesarse por sus máquinas, una vez descubierto el engaño. Los trabajos no existen, tampoco las empresas empleadas podían dar explicación a lo sucedido, y la única persona a la que los transportistas que trasladaban las máquinas veían, utilizaba DNI falsificado a nombre de una persona que realmente existe pero ajena a todo este entramado.

Una vez conseguidas las máquinas, tras las manipulaciones oportunas, eran exportadas por un precio muy inferior a su valor real de mercado, al norte de África (Mauritania, Marruecos, etc.) donde actualmente existe un mercado emergente de este tipo de herramientas y su control es meramente improbable. Para la exportación se empleaban varias mercantiles, establecidas legalmente, pero bajo el control de varios miembros de la organización, lo que añadía una dificultad más para su descubrimiento.

Durante la primera fase de la operación, una vez controlados los principales miembros de la organización, y los vehículos empleados, los investigadores practicaron diversos registros en Murcia y Alicante, donde fueron intervenidos numerosos efectos y diversa documentación que permitieron la detención de un total de siete personas -por supuestos delitos de estafa, falsedad documental, apropiación indebida y usurpación de personalidad-, y la recuperación de ocho máquinas de diferente tipo que la organización había sustraído: dos plataformas elevadoras, dos torres de iluminación, dos manipuladores telescópicos, una excavadora y un martillo hidráulico.

Además, en esta primera fase se pudo suspender la exportación, desde el puerto de Valencia, de otras dos máquinas pesadas que ya habían sido dispuestas para su embarque rumbo a Marruecos. Por otro lado, se está analizando diversa documentación relativa a la exportación de otras máquinas sustraídas al objeto de averiguar su paradero actual.

Además, las sucesivas investigaciones permitieron poner al descubierto un grupo de intermediarios conectados entre sí y que intervienen en las operaciones de venta de las máquinas sustraídas, con independencia de cual sea el grupo que las ha conseguido.

Operación “KAYAK”

En el mes de mayo de 2012, los investigadores detectaron otro grupo criminal organizado asentado en Madrid y dedicado al alquiler ilegal y posterior apropiación de maquinaria mediante la utilización de identidades falsas.

Por parte de los investigadores se estableció el correspondiente control operativo sobre las máquinas alquiladas, el cual desembocó en la detención de cinco personas, toda vez que, además del hecho de presentar documentación falsa para lograr el alquiler de las máquinas, pretendían sustraerlas.

En un primer momento trasladaron las máquinas desde el lugar de descarga –donde ficticiamente iban a realizar trabajos– hasta un punto elegido por la organización, donde, de forma más discreta, pretendían ocultar las máquinas en el interior de un vehículo remolque tipo frigorífico, y así eludir un posible control de las mismas y, finalmente, exportarlas ilícitamente del país.

El destino final de las máquinas estaba previsto que fueran determinados países extracomunitarios, toda vez que se pretendía su traslado, en el remolque frigorífico, hasta la ciudad de Valencia, donde serían embarcadas con destino a dichos países.

Operación “ICARUS”

Continuando con las actuaciones, en el mes de octubre de 2012 y fruto de las labores de análisis criminal que realizaban los investigadores para desarticular otro grupo delictivo organizado –distinto a los ya desarticulados con las operaciones GONDOLA y KAYAK–, la Guardia Civil detuvo a otras 15 personas por pertenecer a una red organizada que se dedicaba al alquiler de máquinas de obra de gran envergadura en las provincias de Murcia y Albacete para su posterior manipulación y subasta en Internet. Los principales destinos eran países del norte de África y del Golfo Pérsico.

En el marco de la que se denominó “operación ÍCARUS”, investigó la situación legal de más de un centenar de máquinas que estaban en poder de la organización e inmovilizando 80 de ellas. Además, se llevaron a cabo nueve registros en locales y almacenes propiedad de la red delictiva, cuatro en Mula (donde tenían su centro operativo), dos en Barqueros (Murcia), dos en Sangonera La Seca (Murcia), y uno en Librilla (Murcia), así como una inspección en Castellón, donde se recuperaron 5 máquinas que ya habían sido vendidas por Internet a terceros países, una de las cuales ya estaba en un camión camino de Italia.

Se estima que dicha organización había comercializado hasta el momento de su desmantelamiento unas 70 máquinas por un valor cercano a los 40.000 euros cada una. Se calcula que el beneficio medio obtenido por cada una de las máquinas sustraídas superaba con mucho el 700% del capital invertido para sustraerlas, es decir, el dinero que se pagaba en concepto de alquiler y otros gastos (transporte, pagos a colaboradores, etc.).

Según las investigaciones llevadas a cabo, el líder de la trama ICARUS creó un laberinto de empresas tapadera que controlaba por medio de un colaborador, al que tenía coartada su voluntad por haber contraído con él una elevada deuda económica. Éste a su vez utilizaba a su padre, hermano y un vecino como testaferros al frente de las sociedades por medio de las cuales vendían las máquinas sustraídas.

Además, contaba con una persona que controlaba al resto de integrantes que alquilaban las máquinas. Éstos eran empresarios con dificultades financieras y personas con deudas por consumo de drogas. Se encargaban de alquilar las máquinas y de sustraerlas posteriormente a cambio de pequeñas compensaciones económicas o de poder saldar sus deudas.

Operación “ARREAKE”

En el marco de la operación “ARREAKE”, fueron detenidos los cuatro integrantes de la red, que previamente habían sido sorprendidos cuando preparaban la salida del país de varias máquinas, las cuales fueron recuperadas en su totalidad: dos motoniveladoras, un rodillo compactador y un grupo electrógeno.

El destino de las máquinas era Holanda, desde donde con posterioridad estaba prevista su exportación a países de Oriente Medio como Irán.

La laboriosa investigación desarrollada permitió a los agentes comprobar cómo las personas que pretendían exportar las máquinas habían obtenido unas facturas falsas para ocultar su procedencia ilícita.

Posteriormente se comprobó cómo las máquinas habían sido sustraídas en distintas obras de Guadalajara, Valencia, Albacete y Murcia y, después transportadas hasta un inmueble de Mula, donde se almacenaban hasta gestionar su distribución ilegal.

Operación “RETORNO”

Finalmente, en el mes de diciembre de 2012, la Guardia Civil de la Región de Murcia junto con la Policía Nacional, en el marco de la operación “RETORNO”, procedió nuevamente a la desarticulación de una organización criminal dedicada a la sustracción de maquinaria pesada de obra civil en varias partes del territorio nacional, la cual se saldó con la detención e imputación de un total de 16 personas como presuntos autores de delitos de estafa y pertenencia a organización criminal, y con la recuperación de siete de las once máquinas de las que la organización se había apropiado con intención de enviarlas a otros países.

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