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20/11/2010 - laverdad.es

Un atracador encañona a las empleadas de una gasolinera.

No olvidarán la noche del jueves. L. N. y su compañera M. A. C., empleadas de la estación de servicio de San Bartolomé de Zeneta, fueron víctimas el jueves por la noche de un violento atraco. Pasadas las siete la tarde, un encapuchado se adentró en el local empuñando un arma de fuego para llevarse la caja registradora. El atracador iba solo y aguardó entre los bancales del polígono murciano, hasta que llegó el momento de actuar. «No había ni un sólo cliente y había oscurecido», recordaba ayer L. N. de 32 años. El encapuchado llegó al mostrador y «encañonó a mi compañera (M. A. C. de 27 años); fueron cinco minutos pero se hizo eterno, nos pedía más dinero». Las dos empleadas han prestado declaración ante la Guardia Civil de Beniel, y describieron al atracador como «un hombre alto y corpulento, de 45 años, que por su acento podría ser de origen árabe». A falta de concretar la recaudación, se calcula que al menos había 500 euros en la caja. Además, se llevó el bolso de las trabajadoras.

Al parecer el encapuchado podría pertenecer a una banda con siete 'golpes' a sus espaldas que está actuando en estaciones de servicio de Orihuela, Santomera, El Raal, Alquerías y Llano de Brujas, donde podrían haber perpetrado su penúltimo atraco hace quince días. De hecho, durante el atraco ocurrido este jueves en la estación de servicio de San Bartolomé de Zeneta, dos agentes de paisano de la Guardia Civil estaban escondidos en el almacén como parte del dispositivo que la Benemérita ha desplegado por la zona para atajar los robos en las gasolineras.

Huida entre los bancales

La Guardia Civil tuvo olfato para estar justo en el sitio apropiado, pero les faltó suerte; aguardaron hasta que el atracador se despistase para no arriesgar la vida de las dos empleadas. Fue entonces cuando los agentes aprovecharon para salir de la trastienda dándole el alto. El encapuchado echó a correr pese a los disparos de los agentes, que no le alcanzaron. Una de las balas atravesó el marco de una de las cristaleras. Finalmente pudo huir a la carrera por los bancales de de la vereda del Rollo y la Reina. La Benemérita ya tiene en su poder la grabación de las cámaras de seguridad de la estación. Pese al susto, tanto L. N. como M. A. C. tuvieron que quedarse hasta las 22 horas del jueves en la Estación de Servicio de San Bartolomé y cumplir con su turno habitual de trabajo, ya que tras la huida del atracador se montó un dispositivo con agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de Beniel.

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